Escultura del Barroco

La temática religiosa fue casi exclusiva en la escultura barroca andaluza. Es una escultura de madera policromada que representa la vida de Cristo desde su infancia hasta el drama de la Pasión, la Virgen sobretodo en su versión de Inmaculada, y los Santos. La finalidad que la Iglesia perseguía con estos encargos era la de impresionar al espectador con intenciones persuasivas, didácticas, según las normas del Concilio de Trento y moralizadoras. La imagen procesional de tipo pasionista alcanza gran importancia y es el naturalismo con un fuerte componente dramático lo que caracteriza a la imaginería barroca andaluza. Destacan tres escultores:

Juan Martínez Montañés

(Alcalá la Real (Jaén) 1568 – Sevilla, 1649),Se educó y se formó en Granada. Completó su educación en Sevilla donde fue el creador de la escuela sevillana.

Su producción tiene unas características más clasicistas y manieristas que propiamente barrocas, aunque durante su evolución apuntó al realismo barroquizante. Su producción, estimulada por su ferviente religiosidad, es casi toda religiosa, con la excepción de dos retratos orantes de nobles. Gozó de gran fama y popularidad. En Sevilla le llamaban el «dios de la madera» y en Madrid «el Lisipo andaluz». Tuvo como discípulo predilecto al cordobés Juan de Mesa.

 

Juan de Mesa y Velasco

Nació en Córdoba en el año 1583. En 1606 ingresa en el taller de Martínez Montañés, en Sevilla. Falleció en 1627, a la temprana edad de cuarenta y cuatro años. Está enterrado en la Iglesia de San Martín de Sevilla.

Sus obras le han sido atribuidas durante mucho tiempo a su maestro. El trabajo de Juan de Mesa parece que fue dedicado casi en exclusividad a las imágenes que procesionan en Semana Santa. El realismo de su obra responde a un proceso científico por el que incluso hizo muchos estudios y observaciones de figuras humanas reales vivas y muertas que le permitieron aprender a plasmar estas anatomías en sus obras. Mesa se inspiraba en personas reales para conseguir ese efecto de veracidad que le dio fama.

 

Alonso Cano

Nace en Granada y se inicia en el arte de la escultura desde bien temprano en el propio taller de su padre Miguel, constructor y tracista de retablos, ocupación en la que la escultura tuvo un gran protagonismo junto a la arquitectura y la pintura. Su aprendizaje se completa durante los años en que se traslada a Sevilla (1616-1638) junto a su familia. No cabe duda que su permanencia desde 1616 en el taller del pintor y teórico Francisco Pacheco facilitó que el joven Alonso adquiriera una profunda formación que no sólo aplicaría a la pintura. En sus obras pictóricas y escultóricas observamos multitud de cualidades similares: monumentalidad y serenidad de los personajes que consiguen transmitir una gran fuerza emocional al espectador, desde su propia intimidad y gran esencia espiritual, sin necesidad de tener que acudir a gestos exagerados.

Tomo de Juan Martínez Montañés la serenidad, elegancia y naturalismo de sus esculturas, así como el gusto por el tratamiento minucioso de los ropajes.

De la etapa sevillana de Cano deben señalarse las esculturas que ejecuta para el retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Oliva en Lebrija y muy especialmente su talla principal de la Virgen con el niño, obra maestra del arte barroco.

Su etapa madrileña (1638-1652) se nos muestra con muchas incógnitas en lo que a la escultura se refiere y debemos movernos entre especulaciones y esculturas cuya autoría no siempre se muestra con claridad. A este momento pertenece la bella y emotiva obra de Jesús Nazareno Niño con la cruz, perteneciente a la Congregación de San Fermín de los Navarros de Madrid.

Una vez más será su última etapa, transcurrida en Granada (1652-1667), en la que Alonso Cano consigue presentarnos su arte más personal, y a ella debemos algunas de sus obras más famosas. Destaca entre todas ellas la bellísima y exquisita Inmaculada (1655-1656) que realizó para rematar el facistol que el mismo Cano diseñó para la Catedral, imagen que constituye un hito en el devenir de la imaginería del barroco español.

acano_inmaculadafacistol_15